MEMORIA, ENTENDIMIENTO Y VOLUNTAD.

En Baños de Ebro( Rioja Alavesa), el saber hacer buen vino se transmite de generación en generación. Los hermanos Berzal cultivan con pasión el legado vinícola familiar con más de un siglo de historia.

NOTICIAS

el VIÑEDO

Rioja Alavesa viñedo

En la actualidad poseemos viñedos propios en 5 municipios cercanos a la localidad. Las viñas más viejas de todas presentan más de 100 años de vida. Algunas están plantadas en terrenos más elevados y cercanos a Sierra Cantabria y otras en las proximidades del río Ebro. Así, los suelos más calizos se encuentran a mayor altitud, mientras que los más anexos al río son más arenosos y arcillo-calcáreos en zonas medias.

La característica fundamental de la viticultura de Dominio de Berzal es el respeto a la planta y la uva colocada en viñedos en vaso y espaldera y regados solo por goteo en al menos el 80 % de la plantación.

Rioja Alavesa es una zona privilegiada por su suelo, estructura, altitud y orientación. Y estas características aportan a las viñas unas condiciones excepcionales. El objetivo con su cultivo es conseguir elaborar vinos de la máxima calidad respetando la esencia del terruño. Con la filosofía de agricultura sostenible y cuidado al medio ambiente buscamos el equilibrio en la viña, con un vigor limitado.

En la actualidad poseemos viñedos propios en 5 municipios cercanos a la localidad. Las viñas más viejas de todas presentan más de 100 años de vida. Algunas están plantadas en terrenos más elevados y cercanos a Sierra Cantabria y otras en las proximidades del río Ebro. Así, los suelos más calizos se encuentran a mayor altitud, mientras que los más anexos al río son más arenosos y arcillo-calcáreos en zonas medias.

La característica fundamental de la viticultura de Dominio de Berzal es el respeto a la planta y la uva colocada en viñedos en vaso y espaldera y regados solo por goteo en al menos el 80 % de la plantación.

Rioja Alavesa es una zona privilegiada por su suelo, estructura, altitud y orientación. Y estas características aportan a las viñas unas condiciones excepcionales. El objetivo con su cultivo es conseguir elaborar vinos de la máxima calidad respetando la esencia del terruño. Con la filosofía de agricultura sostenible y cuidado al medio ambiente buscamos el equilibrio en la viña, con un vigor limitado.

El OTRO RIOJA

Cepas con más de medio siglo de vida y rendimiento limitado expresan singularidad en cada copa

ARTE SANÍA

Nuestras producciones son limitadas, con uvas seleccionadas de nuestras 50 hectáreas de viñedos. El 80% es Tempranillo, un 10% Viura, un 5% Graciano y el 5% restante se reparte en variedades como Maturana, Malvasía, y Garnacha Blanca.

Siempre vendimiadas de forma manual permitiendo el máximo cuidado del fruto posibilitado por la cercanía de las parcelas a la bodega. Allí se recoge en la tolva, es despalillada y llevada a los diferentes depósitos de elaboración.

En el caso del viñedo singular de Dominio de Berzal, el que origina el vino Las Laderas de José Luis, es previamente filtrado en la mesa de selección.

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Al campo hay que amarlo y vivirlo.
El trabajo de todo el año se palpa en el viñedo.

ARMONÍA

Sala de barricas Dominio Berzal

Terminada la recogida del fruto, es hora del letargo de la viña y del trabajo en bodega, afinando los vinos, consiguiendo que la esencia de las uvas y nuestra tierra se mantenga presente, perdure en el tiempo y se transmita en copa cuando llegue el momento de descorchar la botella.

En la zona de elaboración se encuentran depósitos de acero inoxidable y algún depósito de hormigón. Con esa base, elaboramos todos los vinos de forma muy diferente. Los que se destinan a la crianza reposan y van madurando en barricas bordelesas, de 230 y 500 litros, de las cuales un 60% son de roble americano y un 40% de roble francés.

Es en el silencio de esa sala de barricas donde se escucha la magia. En ellas se afinan nuestros vinos controlando que su esencia, ante todo, perdure en el tiempo. Buscamos la armonía en el ensamblaje entre el vino y el roble.

Catamos continuamente para asegurarnos de que los matices sean los buscados, siempre respetando la esencia del terroir y el fruto de cada uno de ellos.

Sala de barricas Dominio Berzal

Terminada la recogida del fruto, es hora del letargo de la viña y del trabajo en bodega, afinando los vinos, consiguiendo que la esencia de las uvas y nuestra tierra se mantenga presente, perdure en el tiempo y se transmita en copa cuando llegue el momento de descorchar la botella.

En la zona de elaboración se encuentran depósitos de acero inoxidable y algún depósito de hormigón. Con esa base, elaboramos todos los vinos de forma muy diferente. Los que se destinan a la crianza reposan y van madurando en barricas bordelesas, de 230 y 500 litros, de las cuales un 60% son de roble americano y un 40% de roble francés.

Es en el silencio de esa sala de barricas donde se escucha la magia. En ellas se afinan nuestros vinos controlando que su esencia, ante todo, perdure en el tiempo. Buscamos la armonía en el ensamblaje entre el vino y el roble.

Catamos continuamente para asegurarnos de que los matices sean los buscados, siempre respetando la esencia del terroir y el fruto de cada uno de ellos.

Hay que agradecer la tierra en la que vivimos, el fruto que recibimos de ella y el vino que elaboramos con la esencia que recogemos en cada cosecha.